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Día sí y día también la política española gira en torno a las expectativas, especulaciones y resultados esperados de la entrevista entre el presidente Pedro Sanchez y el president Quim Torra. El Lehendakari Urkullu ya pasó por Moncloa para hablar de reforma del Estado, plurinacionalidad, política penitenciaria y 36 competencias más que espera recibir. O Noso Alberto va lo siguiente, y ya sabemos de qué quiere hablar: el traspaso de la AP-9, la conclusión del AVE a finales del 2019 y, si queda algo de tiempo, a ver si comentamos lo de la financiación autonómica.
Mientras los demás van a hablar de política, nosotros vamos a hablar de infraestruturas. Vascos y catalanes quieren hablar de autogobierno y reformas constitucionales. Nosotros nos contentamos con hablar de cemento y asfalto. Si a alguien le quedaba alguna duda sobre en qué liga juega ahora Galicia en la política del Estado, aquí tiene la respuesta: en primera regional.
No es por hacerles spoiler, pero creo que no hace falla ser Esperanza Gracia o el Mago Merlín para saber cómo va a ir la conversación entre el presidente de los españoles y O Noso presidente.
El Gobierno de España le recordará que el PP y O Noso Mariano también le dijeron que no en su día y que entonces bien que le valía. Nuestro Alberto le contestará que sí pero que el Gobierno gallego callaba por sentido de Estado.
En lo de la transferencia de la autopista el presidente español le va a decir que seguro no. O Noso Alberto protestará indignado. El Gobierno de España le recordará que el PP y O Noso Mariano también le dijeron que no en su día y entonces bien que le valía. O Noso Alberto contestará que sí, que vale, pero que el Gobierno gallego callaba por sentido de Estado y porque O Noso Mariano decía siempre que no a todos; pero que ahora Galicia sólo pide lo que Pedro Sánchez está dispuesto a regalar a los nacionalistas que le ayudaron a asaltar la Moncloa. Y vuelta a empezar.
En lo de la financiación autonómica, Sánchez le dirá que no va a poder ser en esta legislatura porque no tiene los votos. O Noso Alberto le meterá prisa. El presidente español le dirá que a qué viene ahora tanto apuro si en los seis años de Gobierno del PP, cuatro con mayoría absoluta, nunca se acordó de reformar la financiación autonómica. O Noso Alberto le dirá que sí, que vale, pero que callaba porque en la Moncloa estaba O Noso Mariano, que era un hombre de Estado, y no lo que hay ahora. Cuando mandaba O Noso Mariano el debate no se abría por responsabilidad. Con Pedro Sánchez no se abre porque hay que pagarles a los vascos y a los catalanes los favores. Y vuelta a empezar.
Pero ningún tema levantará tanta pasión ni polémica como el AVE. O Noso Alberto le reclamará que se acabe en los plazos que había comprometido O Noso Mariano. Entonces Pedro Sánchez le dirá que sí, que vale, pero que ya el Gobierno del PP le avisó de que a lo mejor se retrasaban algo y que, luego, a O Noso Alberto le había parecido un gran avance saber con tiempo que iba a haber retraso, para poder asimilarlo con calma. O Noso Alberto le dirá entonces que aquel retraso era por dificultades técnicas y porque todo el mundo sabe que no se hizo el tramo de Zamora en una hora. Ahora el retraso será porque hay que pagar favores políticos a vascos y catalanes. Y vuelta a empezar.
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