Feminismo y chusmerío

Este artigo tamén está dispoñible en: Galego

Una periodista especializada desde hace veinte años en la problemática de género. Una politóloga que trabaja sobre el feminismo. Una actriz militante por los derechos de las mujeres. Otra periodista y abogada feminista. Estas mujeres fueron las invitadas centrales y protagonistas de la semana en el programa televisivo de cotilleo más importante de la Argentina y de toda la región. Ni divas, ni actrices, ni cantantes, ni la nueva pareja del futbolista del momento. Lo que tiene audiencia en este país, este verano, es el feminismo.

Argentina es un país un poco surrealista. Puede protagonizar procesos políticos retrógrados y movimientos populares pioneros. Y todo eso al mismo tiempo. Solo así, en esa identidad de extremos y de contrastes, puede entenderse que el programa de chusmerío más famoso de la región dedicara una semana completa a hablar de feminismo. La emisión se titula Intrusos, lleva más de 16 años en la televisión argentina, y cada tarde ofrece un menú bien surtido de gritos y peleas, melodrama y llantos en vivo,  engañados, enojados, abandonados, maridos, amantes, futbolistas, millonarios, divas del espectáculo, jóvenes con hambre de celebridad. Si además hay alguien en pelotas, mejor. Si alguno insulta, ¡bingo!

El conductor de esta maquinaria delante de la que almuerza medio millón de personas se llama Jorge Rial, es periodista desde hace más de tres décadas, es nieto de gallegos y una referencia de la televisión anabólica: infla pero no alimenta. En su cuenta de twitter, es seguido por 3.670.000 personas. Un twit suyo es leído por más xente de la que vive en todo el territorio gallego.

«Soy un machista en recuperación», dijo la semana pasada para explicar que su hija adolescente está modificando su mirada sobre el mundo, sobre las mujeres, y sobre la igualdad entre personas. Además de ese machista en recuperación, Rial es un animal de la televisión, alguien con un talento singular para tomar el pulso a la sociedad a la que le habla y detectar aquellos temas que la conmueven. Esa mirada espabilada detectó el feminismo.

De hecho, el periodista no hizo un descubrimiento: las mujeres llenan las calles en manifestaciones de a cientos de miles desde el 3 de julio del año 2015 cuando salieron a gritar Ni una menos en más de ochenta ciudades del país. Como en las matrioskas rusas, aquel movimiento también nació de la fuerza que fueron tomando los Encuentros Nacionales de Mujeres, cada año más multitudinario desde hace tres décadas, cada año despertando más conciencias.

Pero, como explicaba la periodista Tali Goldman, de la plataforma de periodismo feminista Latfem, hasta que Rial llenó horas y horas de su programa con este tema, la lucha por la igualdad era limitada: «Lo que hizo Rial llevando el feminismo a Intrusos es popularizarlo. Logró romper ese nicho clasemediero-progre-universitario en el que tantas nos movemos. Por eso el feminismo tiene que ser popular, porque sino quedamos hablando entre nosotras».

Más íntimo fue el relato de una usuaria de la red del pajarito que le contó a Rial esta historia: «Mi vieja miró Intrusos toda la vida. Capaz, si esto pasaba 10 años atrás, mientras mi padre me violaba, mi historia era otra. Váyanse a cagar todas las que les rompe los huevos que se hable de feminismo en los programas que miran las doñas». Porque claro, a algunas académicas no les gusta el escenario del chusmerío para asuntos tan serios.

Sin embargo, fue en esa emisión de la tarde, que esta semana la politóloga María Florencia Freijo, especialista en Geopolítica Latinoamericana y en Derecho internacional ambiental explicó a las doñas y las marujas qué es el feminismo. Además, mostró con ejemplos de todos los días, que el patriarcado implica que ellas laven los platos y no cobren por eso, que ellos ganen más que sus compañeras. Que el desempleo alcance más a las mujeres que a los hombres y que cada vez que sube el precio del bus, son ellas las más perjudicadas.

Dos días después, la periodista Luciana Peker explicó en ese mismo plató la importancia de lo que está pasando: «La Argentina es pionera en la defensa de las mujeres en este momento. Pero hasta ahora, la televisión del país le daba la espalda a esta lucha. Y aquí, cuando la televisión es aliada, se consiguen los avances. Por el contrario, cuando la televisión es conservadora, nos hace retroceder en los derechos». Rápido, Rial no dejó pasar la oportunidad y respondió, mirando á cámara: «El próximo debate, y yo ofrezco este espacio, es la legalización del aborto. Es hora de dar esa discusión porque implica una discriminación de clase, de plata, y muchísimas mujeres mueren por eso».

Si, en la Argentina surrealista, abortar es ilegal. De manera que solo lo hacen aquellas que pueden pagar por buenas prácticas sanitarias y, sobre todo, por silencio. El resto, las pobres, se mueren. Tres mil cada año. Quien sabe, ahora que Intrusos habla de este tema, puede que algo cambie.

 

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