Griezmann en Monte Pío

Este artigo tamén está dispoñible en: Galego

Yo solo quiero saber hoy
Si me quedo o me voy
Hay veces que no puedo más
Siento que llega el final
Pero quiero saberlo hoy
Si me quedo o me voy

Los Fabulosos Cadillacs versionando «Should I stay or should I go»

La rotunda percusión del «The drum» de The Siege resuena con fuerza mientras la cámara se mueve por el exterior de la residencia oficial de Monte Pío. De pronto, estamos dentro y Alberto Núñez Feijóo mira fijamente hacia nosotros en un primerísimo primer plano. «Estaréis hartitos por los comentarios que dicen si me voy, si me quedo… pero la verdad eres la que voy a decir ahora». Lo dice así, en castellano, consciente de cual es el público al que se dirige. Sobreimpresionado, aparece el nombre del canal y el día en que se va a emitir Feijóo: La decisión.

Tras tantas semanas de incertidumbre, la aparición de ese video -en realidad, un anuncio del documental- en la cuenta oficial de twitter del presidente de la Xunta supuso toda una revolución. Después de lo de Griezmann, nadie podía pensar que el líder del PPdeG utilizaría también ese método para anunciar cuál sería su futuro: si aceptaría la oferta de luchar por la sucesión de M. Rajoy o bien seguiría siendo el pichichi y el jugador franquicia de los populares gallegos.

Hoy, en Luzes podemos adelantar cuatro escenas del documental antes de su emisión. Ojo: SPOILER ALERT!

ESCENA 1.- Monte Pío. Vestíbulo.

Alberto está sentado en las escaleras. Viste con un estilo casual, arreglado pero informal. Los brazos cruzados apoyados sobre las rodillas.

-¿Te da miedo tomar una decisión y que no sea la correcta? -pregunta una voz en off.

– No -responde, aunque no hay excesivo convenciemento en su tono-. No, porque sé que la decisión que tome la voy a tomar al cien por cien, como hice cuando marché con Romay al Insalud, cuando decidí volver para ser conselleiro… Y no me voy a arrepentir de ningún modo.

ESCENA 2.- Monte Pío. Salón.

Feijóo está sentado en el suelo, con el mismo chándal que se pone para correr, acompañado de un figurante, en las jornadas de reflexión. Sobre las rodillas, un ejemplar de La Voz de Galicia con su foto en la portada. En la mano tiene un teléfono con el altavoz conectado, del que sale la voz de la secretaria xeral de Medios, Mar Sánchez Sierra. Feijóo escucha reflexivo, con la mirada perdida y jugando con las páginas del periódico…

– En Génova me dijeron que es normal que te tire seguir aquí porque eres el líder indiscutible del partido en Galicia, tienes el Gobierno de la Xunta, mayoría absoluta y el control de los medios de comunicación; pero, así, nunca podrás llegar a la  Moncloa. Si vas a Madrid, no tendrás nada de eso en los próximos años; no obstante, allí acaban de perder el Gobierno por la moción de censura y quieren recuperarlo contigo al frente. Tienes las dos opciones, así que piensa que es lo mejor para ti. Es cierto que no es fácil, pero ahora cuentas con toda la información. Creo que te lo dije todo…

ESCENA 3. Coche oficial. Asiento posterior.

– ¿Flipaste un poco con la reacción de Rajoy? -inquire de nuevo la voz en off-. ¿Al ir a verte a tu casa y todo eso?

Feijóo reubica los gafas en la nariz.

– Sí… Tenía que venir solo Alfonso (Rueda) y, cuando bajo a abrir, veo a Mariano. «¿Qué haces aquí?». Me dice: «Vamosh a charlar un poquito?». Hablamos; me habían visto tan jodido que me vinieron a dar ánimos y hablar un poco también.

– Te dio paz?

– Me enfrió, porque yo estaba muy caliente después de todo lo que había pasado (la última sesión de control en el Parlamento había girado sólo sobre su hipotético futuro: la oposición lo había acusado, entre otras cosas, de usar a Galicia como «sala de espera»; incluso Leiceaga le había preguntado si, como Marta Sánchez, podría cantar «Soy yo, él que sigo aquí»).

ESCENA FINAL: Un letrero sobre fondo negro nos advierte de que Alberto tomó su decisión en la residencia oficial el día antes de que se abriera el plazo oficial para presentar las candidaturas al congreso del PP. Comienza a sonar «God?s plan» de Drake (Yeah they wishin’ and wishin’ and wishin’ and wishin’ / They wishin’ on me, yuh?). La voz en off pregunta:

– ¿Que decidiste…?

Funde a un primer plano de Feijóo, pensativo. Empieza a hablar mirando hacia abajo pero, cuando acaba, hay un brillo de convencimiento en sus ojos que no habíamos visto antes.

– He decidido marcharme la Madrid- responde, empleando de nuevo el castellano.

La música vuelve a subir (I been movin’ calm, don’t start en el trouble with me?). Es de noche y Feijóo, vestido de traje, está en la calle. Su silueta es lo único que se distingue bajo la escasa luz de las farolas. Su rostro está serio, mirando al frente. La cámara gira al ritmo de la música. El montaje se acelera y, por fin, vemos lo que está mirando: la fachada de Génova 13, en la que destaca el logotipo iluminado del Partido Popular.

La cámara vuelve y nos ofrece de nuevo la cara de Feijóo. Por primera vez en todo el documental, lo vemos sonreír de felicidad. La música sube y…

FIN…?

Pues tampoco os lo puedo jurar. Por lo que averiguamos, la productora (una de las subcontratas de Jaume Roures) siguió también el camino marcado por Griezmann y, según las malas lenguas, por lo que había hecho el Campechano el 23-F: es decir, grabar dos finales distintos. Uno, este -al que tuvimos acceso- en el que Feijóo marcha; y otro en el que se queda en la Xunta, traspasa la presidencia antes de que acabe la legislatura y marcha a un consejo de administración.

¿Cuál de los dos será el elegido? Incluso el mismo día de la emisión, eso sólo lo sabe el propio Alberto.

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