Unidad de quemados

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Las elecciones del 10N acabaron finalmente con quemaduras de segundo grado para el PSOE y Unidas Podemos que los dos han tratado de olvidar rápidamente abrazándose para formar gobierno.

Iglesias sigue perdiendo votos en las urnas, pero ha logrado su objetivo: ser vicepresidente en un gobierno de coalición. Sánchez tendrá que comerse todo lo que dijo sobre esa opción durante los últimos meses.

Más graves han sido las quemaduras para la democracia española que tiene ya a la extrema derecha como tercera fuerza política del Congreso y con el riesgo evidente de seguir creciendo como vociferante oposición al nuevo ejecutivo de izquierdas y ante los complejos del PP, incapaz de pararle los pies y hacerle frente como han hecho otras derechas europeas.

En este sentido, el 10N ha sido un desastre y los seis meses anteriores, una tomadura de pelo de los dos socios que ahora han tardado 24 horas en ponerse de acuerdo.

El nuevo gobierno nace de la debilidad del PSOE y de Podemos y con la precariedad y la inestabilidad de tener que contar con al menos 10 partidos que ir sacando día a día las votaciones. Y por supuesto, condicionado por Cataluña en donde Esquerra intenta marcar distancias, pero siempre acaba arrastrado por Puigdemont y por los sectores mas radicales movilizados en la calle.

Si la investidura sale adelante y comienza la legislatura, la próxima cita con las urnas será en Cataluña si se vuelven a adelantar los comicios y por cierto que allí podría formarse un nuevo tripartito como replica del ejecutivo de Madrid entre ERC, el PSC y los comunes. El año que viene habrá también elecciones en Galicia y en el País Vasco. No sabemos aún si se celebrarán juntas como en 2016.

En Euskadi, el PNV tiene la situación controlada, Su dominio parece abrumador y si no hay grandes sorpresas, seguirá gobernando con el apoyo de los socialistas.

Así que el máximo interés lo tendremos en Galicia en donde el PP tiene su última aldea gala. Feijoo es consciente de que tiene muy difícil revalidar su mayoría absoluta y además en estas elecciones se ha quedado sin el socio presentable que podía tener para seguir en San Caetano.

Ciudadanos se ha disuelto en Galicia donde ya era más débil que en el resto de España y no parece en condiciones de recuperarse para las autonómicas. De esta manera, la alternativa que puede tener Feijoo para conservar el poder si pierde la mayoría absoluta son los diputados de Vox. Así que podría decirse que Feijoo también ha salido chamuscado del 10N aunque logró vencer por la mínima al PSOE.

La extrema derecha no ha logrado representación por Galicia en el Congreso, pero si puede tenerla en el Parlamento gallego con los 114.000 votos que consiguió el 10N.

Esta opción espanta a Feijoo que se ha desmarcado una y otra vez de Casado con un mensaje más centrado y mucho más duro contra los ultras. Por eso, el presidente gallego es el máximo defensor en el PP de lanzar una oferta in extremis de gran coalición a Sánchez.

Una propuesta que en Madrid no tiene ahora mismo ninguna viabilidad pero que le puede servir a él para repetirla si lo necesita tras las elecciones gallegas. Feijoo intentaría seguramente en Galicia un cordón sanitario a Vox proponiéndole un acuerdo a Gonzalo Caballero y solo en último caso, tendría que aceptar los votos de Vox para ser investido.

El 10N ha aclarado también el panorama en la atomizada izquierda gallega. PSOE, Galicia en Común-Podemos y el BNG se perfilan como los tres actores que tienen que intentar alcanzar entre los tres la mayoría absoluta que jubilaría a Feijoo. Ni los de Errejón ni los de Villares parecen tener opciones reales y su presentación solo perjudicaría las opciones de la izquierda.

PSOE y Bloque tienen aspirantes claros a la Xunta y falta por resolver la candidatura de los comunes gallegos. La diputada Yolanda Díaz es una opción con mucha fuerza, pero si al final es ministra, puede volver a ponerse encima de la mesa el nombre del exalcalde de Santiago, Martiño Noriega.

En todo caso, Galicia y el País Vasco serán la primera prueba para el nuevo gobierno en las urnas. Eso siempre que haya investidura en diciembre.

 

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