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Los 5 diputados gallegos del grupo de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea se la juegan en la negociación de los presupuestos que acaban de pactar Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Hace un mes, los portavoces de la confluencia gallega de Unidos Podemos advirtieron solemnemente que, si no se abordaban los temas de la agenda gallega, no apoyarían las cuentas de 2019. «Somos tan decisivos como el PNV» aseguraron tajantes. Sin embargo, las negociaciones han empezado con mal pie para ellos. Pablo Iglesias ha firmado el pacto en nombre de todo el grupo, incluyendo los escaños de En Marea sin que en el documento aparezcan por ningún lado las reivindicaciones gallegas.
Es evidente que la subida del salario mínimo o de las pensiones y el resto de medidas sociales incluidas en el acuerdo mejorarán un poco la vida de miles de familias gallegas pero es políticamente muy relevante también que la presencia y el voto de En Marea acabe notándose en beneficio de Galicia.
Sus dirigentes aseguran que ahora es cuando se van a negociar las enmiendas gallegas sobre el traspaso de la AP-9 o la condonación de la deuda de Langosteira y del resto de puertos gallegos, pero de momento su voto a favor está comprometido por la firma de Pablo Iglesias. Los comunes están en una situación similar, aunque el Gobierno ya ha hablado de aumentar los presupuestos para Cataluña hasta 2.200 millones más.
Galicia ha estado casi sin voz en los últimos años en Madrid. En Marea ha tenido hasta ahora un papel muy difuminado dentro del grupo federal de Unidos Podemos
Compromís juega con ventaja porque nadie habla por ellos. Sus 4 diputados están en el grupo mixto y su imprescindible apoyo lo tendrá que conseguir Sánchez negociando con Oltra y Baldoví reivindicaciones valencianas. Lo mismo tendrá que hacer el PSOE con los partidos canarios, vascos y catalanes, aunque con estos últimos las negociaciones van mucho más allá de la economía.
Galicia ha estado casi sin voz en los últimos años en Madrid. En Marea ha tenido hasta ahora un papel muy difuminado dentro del grupo federal de Unidos Podemos y si no pone en valor ahora a sus 5 diputados, mucha gente se planteará la utilidad de volver a votarles en las próximas elecciones generales.
Decía Castelao que la vaca gallega tiene las ubres en Madrid y que quien no le da de comer, no tiene derecho a ordeñarla. O dicho más a pie de calle: «amigos si, pero a vaquiña polo que vale».
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