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Yo no sé si Feijóo tiene o no perro, pero su táctica política es la de exhibir el rabo del perro como Alcibíades. Ese gobernante griego, cada vez que tenía que enfrentarse a uno de los muchos problemas que creaba su mala gestión, lo que hacía era cortarle el rabo a uno de sus perros. Y así toda la población ateniense dejaba de hablar del problema para pasar a cotillear sobre el rabo del perro de Alcibíades.
Hace unos años leí la noticia de que en la residencia en Monte Pío, había una mascota, una perra, que «revoloteaba» (sic) alrededor del presidente. No sé si ahora tiene mascota o no, pero si tiene una admirable facilidad para encontrar y hacer «revolotear» rabos de perro mediáticos cos los que distraer la atención pública, mientras Galicia sobrevive en un larguísimo período de hibernación. Galicia no «revolotea», está más bien en un estado comatoso. Como algunos murciélagos, a este país le late el corazón una vez por minuto. Es la manera de soportar la mala política, el peor Gobierno desde el inicio de la autonomía.
Ahora la Ciencia Política tendrá que incorporar el estudio de una nueva forma de régimen: el Estado de Hibernacoón. España, con el gran retroceso, el rearme centralista, pasó de la Transición a la Intransición. Pero donde se está ensayando el modelo de vanguardia conservadora o de modernidad regresiva es, como casi siempre, en Galicia con ese proceso de Deconstrucción que tiene como referencia monumental la Ciudad de la Cultura y que culminará con la apoteosis de la declaración unilateral del Estado de Hibernación.
El que en Galicia se llenen las urgencias de los hospitales, e incluso se desborden, no se debe solamente a las enfermedades o pandemias sino que, de manera inconsciente, es un activismo de resistencia, esa impaciencia del paciente, ante la amenaza de Hibernación.
Cuando ardía Galicia, el presidente de la Xunta ya llevaba meses agitando un rabo de gos d’atura pirenaico. Y cuando la gente ya estaba cansada del rabo catalán, y media Galicia entró en el inconformismo hospitalario del Estado de Urgencias, nuestro presidente experto en vientos se fue por un rabo de perro a Euskadi, el rabo del cupo vasco que también exhibe España adelante el capador de moda, señor Rivera.
Tenemos un presidente experto en política catalana y vasca. ¿Y la política gallega en Galicia? Eso no existe. Como no existe la cultura en la Ciudad de la Cultura. ¿Qué es lo que hay allí? Una exposición de rabos de perro. Es intención del Gobierno gallego celebrar por todo lo alto la llegada del AVE en el siglo venidero. Con motivo de ese acontecimiento se está en tratos con el British Museum para exponer el original de la escultura The dog of Alcibíades.
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