Hartos y mareados

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Los sufridos votantes no sólo están cansados, hartos, hastiados y desanimados después de 4 años de bloqueo, liderazgos de cartón piedra y política da baja estofa, sino que además ahora van a llegar al 10 de noviembre completamente mareados.

Los partidos políticos parecen haberse metido en una carrera alocada de bandazos y volantazos devorados por el pánico electoral.

El PSOE decidió forzar las segundas elecciones convencido de que iba a mejorar sensiblemente sus resultados e iba a poder culminar el sueño de gobernar en solitario que arrastra desde el 28 de abril y especialmente desde el 26 de mayo.

Sin embargo, los socialistas no han conseguido convencer ni a todos los suyos de que la culpa del bloqueo ha sido de Pablo Iglesias. Todo el mundo ha visto claro que no quieren coalición de gobierno por la izquierda por lo que han tenido que cambiar por completo el guión de su campaña.

Hace 6 meses, pidieron el voto para gobernar por la izquierda y frenar a las tres derechas y ahora hacen campaña hacia el centro para quedarse con votos de Ciudadanos y todo el mundo habla de una gran coalición con el PP.

El viraje con Cataluña ha sido especialmente significativo. En abril, eran el partido del dialogo con los independentistas, del relator y la plurinacionalidad y ahora hablan a todas horas del 155 y la ley de seguridad ciudadana.

Muchos de los votantes que habían recuperado por la izquierda están como mínimo desconcertados. No son pocos los que se preguntan qué fue del Pedro Sánchez de la entrevista con Évole. Algunos se lo creyeron.

Los socialistas no han conseguido convencer ni a todos los suyos. Todo el mundo ha visto claro que no quieren coalición de gobierno por la izquierda por lo que han tenido que cambiar por completo el guión de su campaña

Además, la salida de Errejón, celebrada en un primer momento con alborozo en la Moncloa, también les está dando dolores de cabeza.

La campaña no va bien para el PSOE y las encuestas le sitúan a la baja, en algunos casos con menos diputados que el 28 de abril, lo que sería todo un drama.

El PP también ha variado completamente su guión. Casado se ha dejado barba y se ha rodeado de marianistas como Ana Pastor para mostrar imagen moderada y centrista.

A este paso, al conferenciante del balneario de la isla de A Toxa le van a hacer un monumento después de haberle repudiado. Rajoy se lo toma todo con filosofía y disfruta de su retiro.

Casado ha pasado de llamarle traidor y felón a Sánchez a ofrecerle un acuerdo para gobernar gane quien gane. Y esto sólo en seis meses. Pese a semejante requiebro, el PP es el único que sube en los sondeos y puede ser el gran beneficiado del 10N.

Casado ha pasado de llamarle traidor y felón a Sánchez a ofrecerle un acuerdo para gobernar gane quien gane. Y esto sólo en seis meses

Todo lo contrario que Albert Rivera que salvo milagro puede estar viviendo su última campaña como líder de Ciudadanos. El desplome del partido naranja es de tal magnitud en las encuestas que parece difícil de arreglar.

Y no es de extrañar porque sus votantes tienen que estar completamente desquiciados. Hace seis meses votaron para echar a Sánchez y ahora les piden que vuelvan a hacerlo para gobernar con él.

Rivera conduce Ciudadanos a golpe de encuestas y cree que este último giro vuelve a darle valor a los votos a su partido, pero me temo que sus electores ya no lo aguantan todo. Su último volantazo puede sacarle definitivamente de la pista.

En Galicia se ha evitado el disparate de seis candidaturas de izquierda. Habrá cuatro: PSOE, Galicia en Común, Máis País y BNG

Estupefactos están también los votantes del espacio que en su día ocupó Podemos, dividido ahora de forma fratricida entre los de Iglesias y los de Errejón. La batalla de los dos va a ser a cara de perro y seguramente solo podrá quedar uno. A Coruña y Pontevedra serán dos de los escenarios de esa guerra civil que será especialmente cruenta en Madrid.

En Galicia al menos a última hora se ha evitado el disparate de seis candidaturas de izquierda. Habrá cuatro: PSOE, Galicia en Común, Máis País y BNG porque al final Anova y los últimos de En Marea han decidido no presentarse. Veremos que pasa en las autonómicas del año que viene para las que Feijóo lleva mucha ventaja pero no tiene garantizada ni mucho menos la mayoría.

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