Charanga para unos jubilados rebeldes

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Os jodéis y os calláis
Así es la vida
no sé de qué os quejáis
Así es la vida
qué cojones queréis
Así es la vida
me estáis manchando la alfombra
La Polla Records. «Así es la vida»

(VOZ PRINCIPAL) «Si no eres del pepée, jódete»

(TODOS) «¡JODETÉ!»

«¡Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: ‘Pues os jodéis’!». Carmen Martínez de Castro, una de las cuatro mujeres que Rajoy consideró «claves» en su llegada a Moncloa, ha abandonado este fin de semana a golpe de exabrupto el anonimato que aún la diferenciaba de Soraya, Cospedal y Ana Pastor (la original). Por una de esas confluencias astrales, ocurrió casi al mismo tiempo del outing que Anxo Lugilde decidió hacerle a su homóloga en San Caetano. La diferencia es que Mar Sánchez jamás cometería un error de ese calado (ni emplearía tal vocabulario) en público.

(VOZ PRINCIPAL) «Si no eres del pepée, jódete»

(TODOS) «¡JODETÉ!»

Martínez de Castro ha venido cobrando desde que llegó a su cargo 110.000 euros brutos anuales. Son 30.000 más de los que percibe (en blanco) su jefe. Supongo que la diferencia se debe a que Carmen si recuerda los nombres de los alcaldes. Entiendo, por tanto, que a ella esas cosas de pobres preocupados por sus pensiones no le produzcan demasiada empatía. Es probable que sea de esa gente que piensa que las condiciones precarias de los nuevos empleos que se contraponen desde hace tiempo a las caídas del paro son invento de los sindicatos.

(VOZ PRINCIPAL) «Si no eres del pepée, jódete»

(TODOS) «¡JODETÉ!»

Como el vídeo se ha viralizado, muchos se rasgaron las vestiduras y pusieron el grito en el cielo por lo que una servidora pública expresaba de aquellos que, durante tanto tiempo, han cotizado para pagarle –y bien– su jornal. Pero ahí está su error. Igual que Andreíta Fabra, diputada por méritos propios, dirigió su contundente «Que se jodan» a la bancada socialista, y no a los parados que iban a ver recortados sus derechos por obra y gracia de la mayoría popular en el Congreso, el corte de mangas anhelado por Martínez de Castro no iría dirigido al conjunto de los pensionistas, sino a aquel grupito que fastidiaba la llegada del presidente a Alicante: ese grupo de desagradecidos que no besan los pies de nuestros gobernantes por todo lo que hacen por nosotros.

(VOZ PRINCIPAL) «Si no eres del pepée…»

Se cabrean con ellos porque saben que son la excepción. Porque la mayoría de los pensionistas no son así (y no hablemos de Galicia: no hay más que ver el aspecto triste y testimonial de las movilizaciones gallegas comparadas con las del resto del Estado). Entrarían más bien en aquello que Miguel Anxo Fernán-Vello definió, también con enorme rebumbio, como «escravos que votan ao amo, ao cacique, ao que manda, aos de sempre. Pobo alienado e ignorante». Claro, para ellos no hay cortes de mangas. Esos no manchan alfombras.

(TODOS) «¡TE VUELVES A JODER!»

La oposición, que parece ser que aún existe, ha pedido la dimisión de Martínez de Castro en ese ritual que los obliga a trabajar incluso en domingo. Lo ha hecho con más bien poco convencimiento, y no me extraña. Seguro que nadie ha guardado durante una década algún vídeo comprometedor de una mujer que nos hizo sentir los efectos de un corte de mangas sólo con desear hacerlo. Sin tener que mover un dedo. Hasta en eso se parece a Rajoy.

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