Ataques de nervios a dos meses del 28A

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A menos de dos meses de las elecciones generales, los nervios se han desatado en las sedes de los partidos que viven al límite con cada nueva encuesta que se publica.

Dejando al margen los manejos de Tezanos en el CIS que no merecen casi ni ser comentados, lo cierto es que los sondeos de los últimos 10 días coinciden en que el PSOE es el que ha salido mejor en esta precampaña y el que va con ventaja para ser el partido más votado; otra cosa es que luego le salgan las cuentas para repetir en el gobierno.

Descartada de momento por Ciudadanos la opción de un nuevo pacto entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, los socialistas entran en cabeza en campaña y con el BOE a todo gas, pero con la permanente incomodidad de saber que, hoy por hoy, su única posibilidad de seguir en la Moncloa es negociando de nuevo con los de Torra, Puigdemont y compañía con la sentencia del procés pendiente. Un escenario, otra vez endiablado.

Los socialistas entran en cabeza en campaña y con el BOE a todo gas, pero con la permanente incomodidad de saber que su única posibilidad de seguir en la Moncloa es negociando de nuevo con los independentistas

Enfrente, el PP y Ciudadanos viven en estado de máxima alarma ante el permanente ascenso de Vox en las encuestas. El equipo de Pablo Casado se da contra las paredes al ver como muchos medios de comunicación de la derecha siguen jaleando a los de Santiago Abascal y evitan, de momento, seguir la estrategia del voto útil del PP.

La derecha ha alimentado tanto al tigre que ahora se los puede llevar por delante. Da la impresión incluso de que los medios más duros están trabajando para que Vox pueda superar a Ciudadanos para que así los de Rivera, relegados al cuarto lugar, no tengan margen de maniobra para replantearse lo de los pactos con el PSOE.

Rivera es el que más se está moviendo, agobiado por el frenazo de Ciudadanos en las encuestas y sabedor, también, de que puede ser su última oportunidad para sobrepasar al PP y convertirse en la referencia del centro-derecha en España.

La operación Arrimadas tiene en este sentido, un doble objetivo: mejorar las expectativas electorales de Ciudadanos y ser una apuesta de futuro por si las cosas se ponen feas. Los nervios en el partido naranja están precipitando algunos fichajes que parecen difíciles de meter en la misma olla, como un socialista de toda la vida como Celestino Corbacho con un dirigente del sector duro liberal del PP como José Ramón Bauzá. Rivera debe ser consciente además de que, si al final, PSOE y Ciudadanos suman mayoría habrá una gran presión política, mediática y económica en la corte madrileña para que haya acuerdo de gobierno entre los dos.

Agobiado por el frenazo de Ciudadanos en las encuestas, Rivera sabe que puede ser su última oportunidad para sobrepasar al PP y convertirse en la referencia del centro-derecha en España

Vox sigue creciendo aunque su primer pinchazo se ha producido en el juicio del procés en donde el juez Marchena ha mantenido a raya a su secretario general Ortega Smith quien apenas inquietó a Mariano Rajoy y a Soraya Sáenz de Santamaría. De todas formas, la ola de la derecha les sigue favoreciendo y además parece que se van a beneficiar del cuestionable criterio de algunos medios de incluirlos en los debates electorales en igualdad de condiciones que los demás partidos cuando, de momento, no tienen ni un solo diputado.

Por último, en donde parece que todavía no han entrado en campaña es en Unidas Podemos que no sale de su depresión anímica y demoscópica a la espera de que su líder acabe la baja paternal. Entre las guerras internas y la ausencia de Pablo Iglesias, Podemos casi ha desaparecido en el peor momento para ellos.

En donde parece que todavía no han entrado en campaña es en Unidas Podemos que no sale de su depresión anímica y demoscópica a la espera de que su líder acabe la baja paternal

En Galicia, la crisis de Podemos se suma al lio eterno dentro de En Marea. Sin duda, el Bloque tendría ahora una excelente oportunidad para volver al Congreso, aunque de momento las encuestas no lo recogen. El PP gallego sufrirá desgaste, pero parece que Feijóo podrá presumir de estar mucho más fuerte que Casado por lo que pueda pasar en las filas populares. Ciudadanos aparece más en los sondeos que en la vida política gallega y Vox, de momento y por fortuna, no tendrá hueco en Galicia en donde somos más de Rapa das Bestas que de señoritos a caballo. Mientras, viejos conocidos como Pachi Vázquez o María Quintas buscan puerto después de abandonar el barco de los socialistas en Ourense.

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