Gracias, señorita autopista

Este artigo tamén está dispoñible en: Galego

Dice Pedro Pérez, el presidente de Itinere, la orgullosa concesionaria de la autopista gallega AP-9, que los gallegos no debiéramos quejarnos tanto de la subida prevista de un 3.9% en los peajes, que ya está bien de tanto llorar. Dice Pedro Pérez que las obras hay que pagarlas y que aún podrían haber subido mucho más porque, gracias a su impecable y refulgente gestión, las obras han costado un 20% menos y dejaremos de pagarlas en 2034 y no en 2038, como estaba previsto.

Escuchándolo noté como se llenaba de alegría mi corazón liberal y no he podido evitar sentirme como Hattie McDaniel, la Mami sirvienta que le apretaba el corsé a Escartala O’Hara en Lo que el viento se llevó, y me dieron ganas de gritar como ella, desde lo más hondo del corazón:

-Gracias, señorita autopista.

Pero después pensé ¿qué obras? Las que financiamos todos con nuestros impuestos a base de ayudas, subvenciones y exenciones fiscales? ¿Las mismas que dicen que les han costado 230 millones de euros para hacer un par de ramales en Santiago y ampliar el puente de Rande? ¿Y entonces todo lo que ha subido la autopista en los últimos años, sin ninguna otra obra que quitar y poner cobradores en las cabinas de peaje, a dónde se fueron, para qué eran exactamente? Porque si son esas, muchos años y muchas subida parecen para tener que estar pagándola durante los próximos diecisiete años.

Otra duda que me asalta. Sólo en lo que va de este año Audasa ha ganado casi un 30% de recaudación en beneficios, entonces, ¿si no hemos estado pagando el servicio y sus mejoras, que hemos estado pagando hasta ahora?

Aunque no todo iban a ser malas noticias, ni obras a deber. Parte de la subida se destina también a compensar la decisión del Ministerio de Fomento de que el viaje de vuelta Vigo-Rande sea gratis, una decisión que la empresa no comparte y que ha recurrido en los juzgados pero que mientras, por si acaso, ya va cobrando a escote a todos los gallegos, vayamos o no a Vigo. Así cualquiera se apunta el tanto de la gratuidad, señor Íñigo de la Serna, ministro de Fomento; pero eso no es ponerlo gratis, sólo es pagarle a escote la campaña electoral al Partido Popular.

Dice Pedro Prez que a su empresa le da igual que la autopista la gestione la Xunta o el Gobierno central. Seguramente por eso, porque no le da igual pero si parecido, no deja de hacer lobby y presión en Madrid para que ni se lleguen a debatir las propuestas de transferencia que llegan desde Galicia. Tanto les da, pero mejor que siga en Madrid, que les queda más cerca y ya saben con quien es necesario hablar para explicarle por qué cada año las subidas de peajes vuelven por Navidad, como los hijos y los cuñados.

A O Noso Alberto no le preguntéis por esto porque él está a lo que tiene que estar: de guardia vigilando lo que pasa en Catalunya. Tiene razón el presidente de Itinere, las obras hay que pagarlas. Y los sueldos de los «falabaratos» también hay que pagarlos, y siempre salen caros, nunca valen lo que cuestan.

Este artigo tamén está dispoñible en: Galego

cool good eh love2 cute confused notgood numb disgusting fail